1. Prepáralo con agua que esté a una temperatura entre 85 y 96 grados.
2. Si vas a moler los granos, utilízalos de inmediato. Toma aproximadamente 20 gramos por cada taza a servir. 
3. Si se te enfría no lo recalientes, prepara otra taza. 
4. Si utilizas cafetera y filtros de papel, humedece el café con agua fría antes de poner el agua caliente. 
5. Nunca lo sirvas en vasos de plástico o metal, ya que estos alteran el sabor original. 
6. Acompáñalo con chocolate amargo, ya que realza su sabor de forma insuperable.